La clase de filosofía

 A mi parecer, filosofía es una asignatura bastante odiada para los alumnos en general. Incluso antes de estudiarla me advirtieron de lo aburrida que sería. Esto hizo que mis expectativas o ganas para comenzarla este año fuesen muy bajas. Al comenzarla, los primeros días supe que sería una asignatura entretenida y que sería bastante amena. Con el paso del tiempo, las clases cada vez me han gustado más, haciendo incluso que tuviese ganas de que llegase la hora. Además, creo que es una asignatura que depende especialmente del profesor, ya que a la hora de estudiarla es bastante larga y se puede hacer muy pesada. En mi caso, es una asignatura que me ha sorprendido e incluso me ha sido útil en mi día a día, es con la que más he aprendido, ya que me ha hecho pensar acerca de todos los temas y de cosas que quizás no me hubiese planteado nunca, o, al menos, hasta ahora.

Al comienzo de la clase, al leer lo que vamos a dar durante esa hora, no entendemos nada, pero las explicaciones son muy claras, y los ejemplos muy precisos y característicos, de tal manera que, en la mayoría de los casos lo entendemos rápidamente, además de que podemos preguntar todas las dudas que se nos vayan ocurriendo al profesor para salir de clase entendiéndolo todo. Los temas que se estudian crean cierta inquietud en nosotros y eso hace que nos preguntemos cuestiones de nuestro día a día.

Es la asignatura con la que más he aprendido de todas las que he estudiado y la que más útil me ha parecido para mi día a día. No sólo me refiero a que me hayan sido útil las ideas de los filósofos, sino que además he aprendido mucha cultura general.